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El ex gerente de Corpesca, Francisco Mujica, fue formalizado por soborno y delitos tributarios en la audiencia en que se formalizó también por cohecho al senador Jaime Orpis. Los pagos que hizo Mujica a parlamentarios podrían haber puesto fin a su carrera de casi tres décadas en el Grupo Angelini. No fue así: recibió una millonaria indemnización, siguió trabajando para empresas del holding y recibiendo un sueldo de alto ejecutivo. Un hecho que podría complicar aún más la situación de Corpesca, ya que la Fiscalía prepara para los próximos días la formalización de la pesquera como persona jurídica.
Con la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno quedó el ex gerente general de Corpesca,Francisco Mujica, luego de que fuera formalizado por soborno y delitos tributarios durante una audiencia que comenzó el martes 24 de mayo y terminó el miércoles 25, pasado el mediodía. También se presentaron los cargos contra el senador Jaime Orpis, a quien la Fiscalía acusa de cohecho, fraude al Fisco y fraude tributario, por haber recibido $233 millones de Corpesca cuando Mujica era gerente.
El ejecutivo debió dejar el cargo en mayo de 2013, luego de que CIPER revelara que había realizado pagos irregulares a la entonces diputada Marta Isasi en el marco de la votación de la Ley de Pesca (ver reportaje). En esa ocasión, Mujica admitió que Corpesca había pagado asesorías a un colaborador de Isasi y que había hecho aportes a otros candidatos que no identificó, por lo que se convirtió en blanco de las pesquisas del Ministerio Público (escuche ese audio). Mujica parecía haber pagado un alto costo profesional, porque se vio obligado a renunciar tras casi tres décadas vinculado a la plana ejecutiva del Grupo Angelini.
La verdad es que Mujica nunca quedó a la deriva. Sólo se cambió de piso en el edificio institucional del Grupo Angelini, donde se le proporcionó un “paracaídas dorado”: siguió siendo un ejecutivo de confianza del conglomerado y en agosto del año pasado fue contratado como gerente general de otra empresa del mismo grupo.
Roberto Angelini
Roberto Angelini
En su declaración del 10 de diciembre pasado, Roberto Angelini Rossi, presidente de Corpesca y de sus empresas matrices, señaló ante la Fiscalía: “Hoy no tengo ninguna relación con él (Mujica). Francisco cometió estos errores de público conocimiento (…). Se le pagaron a Francisco Mujica todas las indemnizaciones que por contrato correspondía. Con él la compañía no ha tenido ningún vínculo posterior. Cuando se retiró de Corpesca, sí permaneció unos meses más como director de Astilleros Arica, hasta que la empresa pasó a manos de Corpesca. Hoy no tenemos con Francisco Mujica ninguna relación”.
El 5 de enero de este año, transcurrido casi un mes de su declaración, Roberto Angelini remitió a la Fiscalía dos documentos que corrigen sus anteriores afirmaciones. El primero es un certificado que indica que Mujica fue director de Astilleros Arica no sólo “unos meses más” después de su desvinculación de Corpesca, sino que se mantuvo en ese cargo durante 22 meses, hasta marzo de 2015, cuando la pesquera compró el astillero, que ya estaba en manos de la matriz de Angelini (Antarchile). El segundo, es la copia del contrato de trabajo con el que Mujica asumió en agosto del año pasado como gerente general de Agrícola Trani, sociedad domiciliada en El Golf 150, el edificio desde donde opera el Grupo Angelini.
En la fecha que Roberto Angelini se desdijo de no tener “ninguna relación” con Francisco Mujica, la indagatoria del Ministerio Público ya contaba con antecedentes de que la desvinculación era más aparente que real. De hecho, cuando los funcionarios de la PDI recibieron la orden de citar a Mujica para prestar testimonio, finalmente lo encontraron en El Golf 150: allí donde se ubica el edificio institucional del Grupo Angelini.
El contrato con Agrícola Trani, de duración indefinida, le asignó a Francisco Mujica un sueldo base mensual de $9,6 millones, además de una gratificación legal anual equivalente a tres sueldos base. A eso se agrega que, cuando Mujica dejó la gerencia de Corpesca, según lo que declaró a los fiscales, recibió una indemnización legal: “Fueron 300 y tantos millones de pesos”, dijo.
Agricola Trani se constituyó recién el 23 de junio de 2015 como una sociedad por acciones, cuyo único accionista era Inversiones Trentino, una sociedad creada hace una década por Inversiones Angelini y Compañía. La escritura señala que el objeto social de Trani es la “explotación agrícola y forestal”, así como cualquier negocio ligado a la actividad agroforestal. Poco más de un mes después de su creación, el 4 de agosto de 2015, Trani fichó a Mujica como su gerente general.
Durante la audiencia de este miércoles 25, la defensa de Mujica mencionó que su cliente ya no trabajaba en Corpesca y que se dedicaba a negocios agrícolas. CIPER consultó a su abogado,Jorge Bofill, si seguía siendo gerente general de Agrícola Trani, a lo que respondió: “No me parece relevante. Él está cuestionado por su gestión en Corpesca y no en otra empresa. No tengo idea si el contrato sigue vigente”.
Bofill, Mujica y Orpis
Jorge Bofill, Francisco Mujica y Jaime Orpis
Uno de los abogados querellantes coincidió con Bofill en que el asunto no era importante en esta etapa, pero remarcó que podría convertirse en una pieza clave en una próxima audiencia, si la Fiscalía pide la formalización de Corpesca como persona jurídica. Según la indagatoria de CIPER, esa solicitud será hecha por el Ministerio Público en los próximos días. Una presentación que se ve reforzada por la querella que presentó el Consejo de Defensa del Estado (CDE) en enero pasado por la responsabilidad de la pesquera en el delito de soborno.
En ese escenario, el que Francisco Mujica, responsable de los pagos a Orpis e Isasi, siga vinculado estrechamente al Grupo Angelini podría jugar en contra de la empresa. Y si se acredita su responsabilidad, la pesquera arriesga multas y la prohibición de hacer contratos con el Estado, entre otras sanciones.
Roberto Angelini, al declarar en la Fiscalía, dijo que conocía a Mujica desde la universidad. Y el mismo Mujica, en su declaración del 3 de agosto pasado, señaló que había comenzado a trabajar para las pesqueras del Grupo Angelini en 1986. Una férrea relación de confianza que no pudo ser quebrada ni siquiera por una investigación del Ministerio Público por soborno.